Lo que más me atrae de la fotografía es crear imágenes de paisajes de cualquier género. Todo lo que conlleva conseguir una imagen de paisaje interesante es emocionante para mí: desde encontrar el lugar (a veces una aventura) hasta conseguir la composición que cuente la historia que quiero contar.

Mi intención es captar la belleza del mundo natural y centrarme en elementos como la luz, la composición y el entorno. Suelo aventurarme en lugares escondidos, esperando el momento perfecto en el que se den las condiciones adecuadas, ya sea la hora dorada justo después del amanecer o antes del atardecer, un tiempo con atmósfera o cambios estacionales únicos. El lugar puede ser un punto focal en sí mismo, con vistas impresionantes como arroyos de montaña, cascadas, lagos serenos o paisajes marinos. Estas escenas pueden evocar emociones, contar historias o servir de lienzo para temas más profundos. Además, capturar lugares menos conocidos puede inspirar a los viajeros a explorar fuera de los caminos trillados, revelando joyas ocultas que reflejan el carácter único de un lugar. Cada paisaje cuenta su propia historia, y con mis interpretaciones intento despertar la curiosidad y el asombro de los espectadores.

Puedo utilizar técnicas como la larga exposición para crear suaves efectos de agua o la profundidad de campo para resaltar elementos del primer plano frente a vistas lejanas. El post procesado también es clave en el desarrollo de mis imágenes, ya que ayuda a realzar los colores y los detalles al tiempo que mantiene un aspecto natural.

La fotografía transforma el acto de observar en una expresión artística. No se trata sólo de capturar lo que está físicamente presente, sino de interpretarlo a través de la perspectiva única y la lente emocional del fotógrafo. Un fotógrafo puede fijarse en el juego de luces y sombras, en las texturas de un paisaje o en momentos fugaces que otros podrían pasar por alto. Se trata de crear significado y conexión, ya sea a través de colores vibrantes, contrastes marcados o detalles sutiles. Este enfoque imaginativo puede dar lugar a una narración poderosa, invitando a los espectadores a comprometerse con la imagen y tal vez ver lugares familiares bajo una nueva luz.